La psicología perinatal es una rama especializada de la psicología que se enfoca en el acompañamiento y el abordaje clínico de los procesos que rodean el nacimiento, la maternidad/paternidad y todas las vicisitudes que estos plantean. Esto incluye desde la concepción, gestación, embarazo, parto, nacimiento, puerperio y crianza, entre otros aspectos relacionados.
El rol del psicólogo perinatal
El trabajo del psicólogo perinatal abarca diferentes áreas, como la promoción de la salud y la prevención de problemas, la intervención psicoeducativa y de apoyo, el diagnóstico y tratamiento psicoterapéutico. Su objetivo principal es contribuir al bienestar emocional de las familias, facilitar el establecimiento de vínculos saludables y ayudar en la adaptación a los nuevos roles e identidades que surgen durante este período de cambio.
El rol del psicólogo perinatal es versátil y flexible, ya que no se limita a trabajar únicamente en un consultorio. Puede desarrollar su labor en diferentes entornos, como unidades de terapia intensiva neonatal, salas de preparto, parto y cesáreas, salas de internación conjunta, salas de internación obstétrica y consultorios de psicología de la primera infancia. Además, su trabajo no se limita exclusivamente a la diada madre/bebé, sino que también puede involucrar a otros miembros de la familia y al equipo de salud.
Es importante destacar que la demanda de atención psicológica en este ámbito no siempre proviene de la madre, sino que también puede ser solicitada por el equipo médico cuando observa dificultades o indicadores que exceden lo orgánico.
La importancia de la psicología perinatal
La maternidad y la paternidad son procesos de transformación profunda en todas las esferas de la vida de una persona. Se consideran crisis vitales y evolutivas, ya que implican reorganizaciones y reconfiguraciones físicas, psíquicas y sociales. Estas crisis se vivencian de manera única y personalizada por cada individuo, y pueden estar influenciadas por factores como la historia personal, la estructura de personalidad, la situación presente, las características del bebé y la dinámica familiar.
Además, en muchas ocasiones, la maternidad y la paternidad se encuentran entrelazadas con otras situaciones de vida, como la violencia, las separaciones, las pérdidas de seres queridos, las mudanzas, las adicciones, entre otras. Esto puede llevar a una doble crisis, en la que se suman los desafíos propios de la maternidad/paternidad a las dificultades ya existentes.
La psicología perinatal surge como respuesta a la necesidad de brindar atención integral a las familias durante estas etapas vitales. A través de un enfoque biopsicosocial y basado en los derechos, busca acompañar y dar respuesta a las problemáticas y necesidades que surgen en este período. Su objetivo es favorecer el bienestar emocional, promover el empoderamiento de las personas y garantizar el respeto de sus derechos.
El trabajo ético y político del psicólogo perinatal
La labor del psicólogo perinatal no se limita únicamente a brindar apoyo profesional y humano, sino que también tiene una dimensión ética y política. Se trabaja para promover el protagonismo y el empoderamiento de las personas que atraviesan estos procesos, dándoles espacio para expresar sus vivencias y sentimientos, facilitando la búsqueda de recursos internos y fomentando la creación o reactivación de redes de apoyo.
Además, la psicología perinatal se involucra en la visibilización de los aspectos psicoemocionales de los procesos perinatales, así como en la lucha contra la violencia obstétrica y la promoción de la salud mental materna. Se busca generar conciencia sobre estas problemáticas, tanto en la sociedad como en el ámbito de la salud, y trabajar en la formación e inserción de profesionales de la salud mental en esta área.
La psicología perinatal es una rama especializada de la psicología que se dedica al acompañamiento y abordaje clínico de los procesos que rodean el nacimiento, la maternidad/paternidad y todas las vicisitudes que estos implican. Su objetivo es contribuir al bienestar emocional de las familias, promover el establecimiento de vínculos saludables y facilitar la adaptación a los nuevos roles e identidades. Además, la psicología perinatal tiene un rol ético y político, trabajando para empoderar a las personas y promover el respeto de sus derechos. Es una disciplina en constante evolución y con un gran potencial para mejorar la calidad de vida de las familias durante estas etapas vitales.
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